¿Qué es “comer hielo”?
Se refiere a masticar o chupar hielo de forma ocasional o habitual. Cuando el deseo es intenso y repetitivo se conoce como pagofagia y puede asociarse a deficiencia de hierro (con o sin anemia), por lo que conviene evaluar la causa si el hábito se vuelve compulsivo.

Ventajas (percibidas) de comer hielo

1. Refrescante y “efecto frío” inmediato en días calurosos.
2. Cero calorías (es agua congelada), útil para quienes buscan evitar snacks azucarados.
3. Hidratación indirecta si ayuda a aumentar la ingesta de agua.
4. Puede aliviar sequedad bucal de forma temporal al estimular la salivación (mejor chupando que masticando).
5. Sensación de control del apetito entre comidas por el acto oral/sensorial.
6. Alternativa simple y barata frente a bebidas azucaradas.
7. Puede calmar náuseas leves en algunas personas (frío en pequeñas cantidades).
8. Útil en climas muy cálidos para bajar la sensación térmica.
9. Ayuda a “despejarse” momentáneamente por el estímulo frío.
10. Versátil (hielo triturado, en paletas de agua, etc.), fácil de dosificar.

Nota: los beneficios son prácticos o subjetivos; no sustituyen hábitos de hidratación/ nutrición adecuados ni resuelven la causa de una pagofagia. La popular “dieta del hielo” es cuestionada por medios de referencia y no debe considerarse método fiable de adelgazamiento.

Desventajas de comer hielo

1. Señal de alerta de anemia por falta de hierro si el deseo es compulsivo (pagofagia). Consulta médica.
2. Daño dental: desgaste del esmalte, hipersensibilidad, microfracturas y lesiones en encías por masticar cubos duros.
3. No aporta valor nutricional (solo agua); si desplaza comidas puede empobrecer la dieta.
4. Riesgo de caries/placa si se combinan cubos con bebidas azucaradas y se mastican con frecuencia.
5. Dolor dental inmediato en personas con sensibilidad o restauraciones.
6. Posible “brain freeze”/cefalea por frío y molestia faríngea en sensibles. (Evítalo si te ocurre).
7. Puede cronificarse como hábito nervioso (relación con pica y factores emocionales).
8. Falsa promesa de adelgazamiento: la “dieta del hielo” carece de base sólida y ha sido criticada por la prensa.
9. Riesgo higiénico si el hielo proviene de agua no potable o bandejas mal desinfectadas.
10. Puede agravar problemas mandibulares (ATM) al forzar la mordida con cubos muy duros (prudencia si ya tienes síntomas).

Cómo hacerlo bien (si decides consumirlo)

• Prioriza chupar hielo o hielo triturado en lugar de masticar cubos para proteger esmalte y evitar fracturas.
• Si el antojo es persistente, pide una analítica de hierro: la pagofagia puede ser marcador de deficiencia férrica.
• Higiene: usa agua potable y limpia moldes/bandejas con regularidad.
• Hidratación inteligente: complementa con agua natural; no confíes solo en el hielo.
• Evita combinarlo con refrescos azucarados para no aumentar riesgo de caries.

Conclusión

¿Conviene “comer hielo”?
Como recurso ocasional para refrescarte, sí, siempre que evites masticar y cuides la higiene. Si el impulso por masticar hielo es frecuente/intenso, no lo normalices: puede dañar tus dientes y ser un signo de anemia; consulta a un profesional de salud para evaluar y tratar la causa.